Marcin Bartosz, un jubilado polaco de 74 años, estaba harto de las hormigas. Así que como primera buena idea echó litros de insecticida por un hueco de ventilación del edificio.
Como al parecer el insecticida no tenía el efecto deseado sobre los invertebrados, tuvo una mejor idea, decidió tirar una toalla en llamas por el mismo hueco.
Como todos sabemos muy bien Combustible+Fuego= desastre
Y como es obvio se produjo una explosión que redujo a ruinas todo el edificio y la hospitalización del anciano.
Milagrosamente ningún vecino sufrió heridas graves.
Como al parecer el insecticida no tenía el efecto deseado sobre los invertebrados, tuvo una mejor idea, decidió tirar una toalla en llamas por el mismo hueco.
Como todos sabemos muy bien Combustible+Fuego= desastre
Y como es obvio se produjo una explosión que redujo a ruinas todo el edificio y la hospitalización del anciano.
Milagrosamente ningún vecino sufrió heridas graves.
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