
Así que la señora Örtegren-Kärjenmäki ha tenido que permanecer en tierra y pagar 380 libras por un billete nuevo.
La señora furiosa exigió explicaciones a la empresa, pero la empresa no le ha entregado ninguna explicación por parte de la compañía aérea, que ahora estudia indemnizarle.
Y yo que pensé que por estos lares del mundo se daban tremendos atropellos a loscientes.
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